Ya vi la película “El cosmonauta”, o al menos la parte que
dura una hora y 39 minutos aproximadamente porque ya sabemos que la película es mucho más que eso. Apenas
leí el último crédito quise buscar las críticas y reacciones del público en
general para comparar criterios. Pensé incluso en preparar una especie de
dossier con las mejores críticas. Quizás lo haga, cuando termine la tesis (oh,
maldita…) y con la ayuda de unos cuantos amigos.
Antes quiero dar las gracias a los realizadores. No bastaba
con cambiar el mundo del cine (para pesar de muchos) con todos los inventos
transmediáticos que le incorporaron a la historia, inventos que presiento no
tenían detrás una mente maestra experta en todos estos temas sino que se
basaron fundamentalmente en la intuición y tuvieron mucha suerte en las redes
sociales, sino que además hicieron una BUENA película. Y lo escribo en altas,
sí, un filme bien realizado y con una historia simple pero maravillosamente
contada.
Quienes me conocen saben que no critico a Hollywood
demasiado y que prefiero aprender primero de sus éxitos y tantos valores antes
de publicar críticas contra “la gran industria del dinero”, pero no niego que
un filme distinto a los que veo cada día no es mala idea. Tampoco se imaginen
que “El cosmonauta” es la decimoctava gata del pato ni mucho menos en cuanto a
cine se refiere, pero sí estamos en presencia de un filme distinto, con montaje
atrevido y excelente, con banda sonora en su conjunto en función de la historia
y con una fotografía que lejos de bonita o alardosa se pone en función de la
trama, como debiera ser siempre pero lamentablemente no es.
Tiene elementos que no me gustan, por supuesto, como la
primera escena con el monólogo que ya anuncia por dónde viene la cosa. Demasiado
teatral para mi gusto con ápices de muy mala actuación.
Por otra parte mi única preocupación se encuentra en el gran
público y la aceptación que pueda tener el filme. Presiento que es un tin
metratrancoso (cuando menos) para el gran público y pongo en duda el éxito
económico del proyecto a partir de ahora.
No obstante, no importa lo que suceda con “El Cosmonauta”,
ya sus realizadores triunfaron, ya demostraron que puede haber un cine otro,
que no niega de la sala oscura, del 35mm y de todo lo que hasta ahora se conoce
como el séptimo arte, sino que incluye nuevas maneras con posibilidades
infinitas para contar las historias y, mejor aún, con la participación directa
y real de nosotros, los espectadores. Solo por eso, gracias.