Es difícil saber cómo nace un mito. En Grecia les adjudican
a los herreros el mito de los cíclopes porque tenían una constitución física
impresionante y usaban un parche para proteger al menos un ojo. Los calamares
gigantes dieron origen a las historias del kraken y así muchas otras. Los
cubanos tenemos al güije o chichircú (negritos malvados y peligrosos), al
babujal (espíritu maligno), a los aparecidos, pero el más conocido de todos es
el de Matías Pérez.
Este portugués radicado en Cuba se montó en un globo en el
actual Parque de la Fraternidad y dejó una frase para la posterioridad: “voló
como Matías Pérez”. Jamás apareció ni él ni su aeronave y su desaparición quedó
en el imaginario de los habaneros
Hoy Cuba realiza planes para enviar un cohete al espacio
siguiendo el método del portugués: enganchar un globo de aire caliente a una nave
para conquistar el firmamento con nuestros propios medios. Una vez arriba, se liberará el aire caliente y la embarcación se convertiría en una estación espacial – satélite
de la tierra, primera de su tipo en Latinoamérica.
A continuación les presentamos un boceto de la futura
conquista de nuestro país.
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